miércoles, 25 de abril de 2007

Tiramisú del Planeta Xirium (San Luis, 6-Mar-2007)


Continuando nuestro camino, ya en tierras sanluiseñas, tuvimos en encuentro cercano del octavo tipo. Yendo por la Autopista Inteligente, fuimos abordados por una misteriosa luz enceguecedora que nos hizo perder el conocimiento. Al despertar, nos encontrábamos frente a la tranquera que señalaba la entrada a la "Estancia Xirium". Una flotilla de naves espaciales se perdía a lo lejos (presionando sobre la foto el lector podrá constatar evidencias). Nos preguntamos si serían éstos los mismos alienígenos que, dicen, conversan con "El Alberto".

Anonadados, continuamos viaje como pudimos hasta la ciudad de San Luis, donde habíamos planificado nuestra primer parada nocturna. Justo enfrente de nuestro hotel, detectamos un bolichito de ambiente simpático llamado Roco y, como estábamos muertos de hambre (incluso después del postrecito Ser del km 555), decidimos cenar ahí mismo.

¡Y fue una suerte! porque el tiramisú resultó ser más que recomendable: presentado en original formato "plato volador", de gusto equilibrado y sabroso, y finamente decorado con granos de café.

Mira y Tsu coincidieron -telepáticamente- en calificarlo con un 8 (ocho).
En la quietud de las serranías puntanas, este tiramisú parecía realmente de otro planeta! .... Sería del Planeta Xirium?

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viernes, 20 de abril de 2007

Tiramisú "on the road" (Ruta 7, 6-Mar-2007)


La idea es probar todo tiramisú que esté a nuestro alcance, sin distinción de raza, color, religión o marca. Así fue que cuando en un supermercado de Buenos Aires descubrimos el postre Ser sabor "Tiramisú" no pudimos resistir la tentación de inlcuirlo en nuestra muestra.


Comenzando nuestro largo camino de regreso a casa, lo incluímos entre los víveres para el viaje, junto con el mate y los bizcochitos de grasa, el "sánguche" de salame y otras delikatessen propias de las rutas argentinas. Para degustarlo elegimos el km 555 de la Ruta 7, entre Laboulaye y Vicuña Mackenna, en la provincia de Córdoba.

¿Qué podemos decir? No está tan mal si se lo piensa como una opción light que calme la ansiedad dulcera de alguna fémina golosa. Pero si de placeres se trata, mejor busquen otra cosa... y por favor, ¡no se crean la foto de la tapa!


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martes, 17 de abril de 2007

Te mataré Tiramisú (Buenos Aires, 3-Mar-2007)


Como parte de este viaje de vacaciones/no-vacaciones, aprovechamos para disfrutar unos días en nuestro Buenos Aires querido. Aunque esta vez no nos alcanzó el tiempo para practicar tango en alguna milonga porteña, no dejamos de darnos otros gustos. ¡Ay! qué bien se siente poder "elegir" la película para ver en el cine, perderse horas en una librería, tomar café después de las 22 o comprar discos a precios razonables (si el lector conoce La Serena, seguro entiende de qué estamos hablando).


Y allí en BA, un lugar fuera de lo común: Te mataré Ramírez nos atrapó por su ambiente sensual y sus platos exóticos. Esa noche comenzamos juntos con Enardecida, ruego te derrames en todo mi cuerpo. Como plato principal, Mira se deleitó con Seguro de sí se proyecta contra mi flor abierta, mientras que Tsu prefirió Nos olfateamos con disimulo... un roce, ambos regados con un excelente Saint Felicien Cabernet-Merlot.

Para coronar este derroche de placeres, acabamos compartiendo Me arrancabas aullidos de placer, descripto por sus creadores como "clásico tiramisú con praliné de almendras, acompañado de peras al malbec, especiado con clavo de olor, pimienta negra, canela y anís estrellado". Como postre, un 10 (diez). Como tiramisú, un 5 (cinco). Puntuación final: 7.50.

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viernes, 13 de abril de 2007

Tiramisú patagónico (Choele-Choel, 22-Feb-2007)


Tal vez el lector suponga que estando de paso por Choele-Choel, no tendrá más alternativa que alojarse en una posada de camioneros y cenar una milanesa frita en aceite SW40. Sin embargo, ¡no todo está perdido! Con algo de suerte, podrá hospedarse en el Hotel Rucantú y cenar en el restaurante "La Aguada" (mapa), ambos de estilo sencillo pero reconfortante, como un oasis en medio del desierto.

Esa noche en "La Aguada" comimos unas pastas caseras como las de la abuela, acompañadas de un buen Malbec rionegrino. Lógicamente, de postre un tiramisú, que recordamos como de buen sabor, con un original dejo a cascaritas de limón. No obstante, el queso era demasiado denso y cremoso. Debemos decir que a este tiramisú choele-choeliense (¿o choeliano?) le faltó algo de liviandad, por lo que decidimos otorgarle una calificación de 6 (seis).


Lamentablemente otra vez olvidamos la cámara fotográfica, por lo que sólo pudimos tomar la foto del Resto a la mañana siguiente. El tiramisú, imagínenlo...

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jueves, 12 de abril de 2007

Tiramisú de San Valentín (Talca, 14-Feb-2007)


Como mucha veces ocurre, esta historia comienza desorganizadamente. Un día cualquiera, quién sabe por qué razón, se nos ocurre seguir el derroteo del tiramisú, registrando sus imágenes, sabores, texturas, olores, a lo largo de la ruta que deambulamos juntos en este mundo. Esta suerte de imprevisibilidad hizo que en el primer "encuentro cercano", no dispusiéramos de cámara fotográfica, pero bien vale la pena aunque sea contarlo.

Todo comienza en la primer parada del viaje hacia nuestras vacaciones en el sur chileno. Llegamos a Talca, tarde (como de costumbre), y nos ubicamos en el bonito hotel Terrabella. Paradójicamente, una estúpida reglamentación que "protege" a los niños del tabaco impidiéndo que entren a los restaurantes (que pasen hambre pero con los pulmones limpitos), nos permitió disfrutar de una cena íntima en Vivace (mapa), un sitio con buen estilo y de ambiente agradable.

Luego de saborear un espectacular congrio apanado con coco y ya relajados gracias a un tintillo supremo (cuyo nombre no recordamos, pero ¡qué rico era!), decidimos probar el tiramisú, imaginando que sería bueno, haciendo honor al nombre italiano del boliche. No nos equivocamos y ese primer tiramisú compartido mereció un 8 (ocho), aunque para ser sinceros, redactando esta entrada casi dos meses después, nos acordamos muy poco de sus caracterísiticas. Para enmendar este "olvido" tendremos que volver a pasar pronto por Talca.

Aunque no tenemos registro del tiramisú ni de esa cena dionisíaca, dejamos aquí documentado cómo al día siguiente Mira "lavó sus culpas" haciendo ejercicio en la piscina del Terrabella.


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martes, 10 de abril de 2007

En busca del tiramisú perfecto


Descendemos la escalera que lleva a los oscuros andariveles de los blogs. Tanteamos el teclado y no encontramos muchas palabras que den una mejor idea. En esa negrura pegajosa nos envuelven aromas desconocidos, con tonos de café y chocolate. Buscamos, radomantes, el origen de esas fragancias y llegamos simplemente a nosotros mismos. Tsu alarga la mano y encuentra la mano de Mira. Así, Tsu y Mira caminan lado a lado compartiendo la vida.




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